Cádiz, con 16.455 viviendas con fines turísticos y 88.786 plazas, es la segunda provincia andaluza a este respecto, siendo superada únicamente por Málaga, con 64.879 viviendas y 344.369 plazas.
Así se desprende de los datos de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte consultados por Europa Press, donde la provincia gaditana llega a superar ampliamente los registros de otras provincias costeras como Almería o Huelva, e incluso a duplicar en plazas las existentes en Sevilla, que dispone de 9.454 viviendas de este tipo y 47.461 plazas.
En cuanto a los municipios de la provincia de Cádiz que cuentan con alguna vivienda con fines turísticos, Tarifa, Cádiz capital y Conil lideran el ranking de localidades, teniendo además las tres más de 2.000 viviendas de este tipo.
En concreto, Cádiz se sitúa en primera posición al sumar 2.583 viviendas turísticas, seguida eso sí muy de cerca por Tarifa con 2.473 y Conil con 2.302 viviendas de este tipo. Por contra, en lo que respecta al número de plazas es Tarifa la que lidera estos municipios al sumar 12.988. Le siguen Conil con 12.334 plazas y Cádiz con 12.246.
Otros municipios turísticos como Chiclana o Jerez cuentan con 1.897 y 1.009 viviendas, respectivamente, datos muy por debajo de los antes citados. En estos dos casos, las plazas disponibles se elevan a 11.742 en Chiclana y a 5.633 en la localidad jerezana. A esto se suma El Puerto de Santa María que dispone de 1.415 pisos con 8.376 plazas.
Hay que explicar que las viviendas con fines turísticos son aquellos inmuebles cuya ubicación está en suelo de uso residencial y se ofrecen como servicio de alojamiento con fines turísticos de forma habitual y mediante precio. Dichas viviendas son promocionadas o comercializadas a través de canales de oferta turística como agencias de viajes, empresas mediadoras u organizadoras de servicios turísticos y otros canales a través de los que se pueda gestionar la reserva del alojamiento.
Por contra, los establecimientos de apartamentos turísticos son los que están compuestos por un conjunto de unidades de alojamiento que cuentan con mobiliario e instalaciones adecuadas para la conservación, elaboración y consumo de alimentos y bebidas dentro de ellas. Dichas unidades de alojamiento son piezas independientes de un establecimiento de apartamentos turísticos para uso exclusivo y privativo de la persona usuaria, compuesta como mínimo por salón-comedor, cocina, dormitorio y baño o aseo.