Convertir el centro de la ciudad en una Zona de Bajas Emisiones está cada vez más cerca. El Ayuntamiento ha sacado a licitación el proyecto por valor de 1.437.698,94 euros, cantidad que será financiada por fondos europeos.
Los trabajos en la Zona de Bajas Emisiones tienen un plazo de ejecución de 8 meses desde la adjudicación del contrato y comprenden las calles Blas Infante (desde el cruce con la avenida Fuerzas Armadas), Capitán Ontañón en su tramo de tráfico rodado, Fray Tomás del Valle, Fuerte Santiago y el ámbito de la glorieta que enlaza esta última con la avenida Virgen del Carmen.
Estaa actuación pretende la transformación de un espacio urbano degradado mediante la reurbanización material mediante obras de consolidación, pavimentación, jardinería, infraestructuras e instalaciones así como la mejora de la accesibilidad. La obra también persigue aumentar la calidad ambiental en materia de agua, energía, uso de materiales, gestión de residuos y protección de la biodiversidad. Asimismo se tendrá en cuenta la reordenación de las paradas de autobús, aparcamiento de vehículos, contenedores de basura en superficie y enterrados.
En concreto la intervención abarca una extensión aproximada de 21.000 metros cuadrados. La intervención reconsidera el diseño actual de las calles, priorizando los peatones y la emisión de gases contaminantes (Zona de bajas emisiones) a la circulación rodada.
En definitiva, con esta actuación el Ayuntamiento de Algeciras reordenará los elementos urbanos, proponiendo una nueva disposición de acerados, parterres en las medianas, reordenación del tráfico y zonas destinadas al esparcimiento, ampliación de acerados y dotación de arbolado del conjunto.
Reordenación en el tráfico
El proyecto incluye importantes cambios en el tráfico rodado en las calles objeto de la actuación. Así en el tramo de Blas Infante habrá un carril en cada sentido que se duplicará en la intersección en dirección a la avenida Fuerzas Armadas para permitir el giro. En cuanto a la mediana, esta sigue ajardinada reduciendo su ancho para ganarlo en los acerados laterales. Se contempla la supresión del paso de vehículos desde la incorporación de la calle Alfonso XI en sentido avenida Fuerzas Armadas siendo obligatorio el giro hacia la calle Capitán Ontañón.
Las paradas de autobús también sufrirán cambios y se desplazan a nuevas ubicaciones. La Estatua de Alfonso XI (situada frente a la entrada del parque) se desplaza ampliando el paso de peatones situado en el eje de la entrada principal al parque María Cristina y se dispone nuevo mobiliario urbano, jardinería y luminarias.
En cuanto al tramo de la calle Capitán Ontañón entre Blas Infante y calle Fuerte Santiago se establecerá un carril en cada sentido. En lo que respecta al tramo de la calle Capitán Ontañón habrá un carril en cada sentido. Además, se reduce el ancho de la calzada actual ampliando el acerado que discurre frente a la residencia militar. Está previsto una mejora en el acceso a la Escuela de Arte. En la intersección de las calles Capitán Ontañón y Fray Tomás del Valle se ajardina el interior de la calzada para evitar el aparcamiento de vehículos en este punto.
En la calle Fray Tomás del Valle qedará un carril en sentido hacia la avenida Virgen del Carmen. En este tramo se suprime el aparcamiento existente para ampliar el acerado de ambos lados de la calle. El acerado del lateral de la Escuela de Arte se amplía favoreciendo el tránsito peatonal previsto procedente de la nueva reordenación que está actualmente en desarrollo en el Llano Amarillo. Al final de la calle, la glorieta de enlace con la avenida Virgen del Carmen pasa a tener dos carriles. Se prevé la ampliación del acerado en este punto que actualmente supone un tapón al tránsito peatonal.
La calle Fuerte Santiago dispondrá de un carril e cada sentido.
Más espacio para el peatón
En líneas generales, la actuación busca una zona de bajas emisiones. Las calzadas se elevan al nivel de los acerados limitando la velocidad de los vehículos. Donde el tráfico lo permite, se eliminarán carriles y se estrecharán para ampliar los acerados de todas las calles e incrementar el arbolado existente. De este modo, se pasa de un ajustado acerado a otro con una dimensión apta para el tránsito peatonal y consecuente con su función como parte de los recorridos peatonales estructurantes de la zona.