Una marea amarilla fluorescente de mujeres y hombres, niños y mayores ha recorrido el polígono de Palmones, de puerta a puerta de la factoría de Acerinox. Cacerolas, carteles, pitos, pancartas y hasta tambores. Una muestra de unidad en la exigencia de "un convenio digno" en el decimotercer día de huelga indefinida de los trabajadores de la acería.
Un sábado soleado, casi veraniego, que comenzó con protestas de varios centenares de trabajadores frente a la Comandancia de la Guardia Civil en Algeciras, donde acudieron a declarar cuatro representantes del sindicato ATA, denunciados por un delito de seguridad vial por cortar la A-7 en el contexto de la huelga iniciada el 5 de febrero. El lunes tendrán que acudir al juzgado. De ahí, a las puertas de la factoría. Allí se reunieron los trabajadores con los familiares que quisieron apoyar con su presencia en una nueva jornada de huelga. Todos con el uniforme de la empresa. Miles de personas.
"La flexibilidad por 300 euros no haría falta si le pagara el IPC, si les pagaran las verdaderas primas, si no maquillaran los resultados, y si necesitan gente para trabajar que metan a más trabajadores. ¿Dónde quedan la conciliación familiar con esa flexibilidad? Somos 1.800 familias, la comarca se ha portado muy bien con la esa empresa empresa, pero hay una cosa que no permitimos, que no se toca: la familia, la familia no se toca", dijo una mujer, familia de un trabajador, en la cabeza de la manifestación.
Las negociaciones siguen rotas y las posturas, alejadas. Según indicó la empresa en un comunicado, Acerinox puso de manifiesto que, su juicio, el comité de huelga presentado "no puede ser considerado interlocutor" válido en la negociación del IV Convenio Colectivo de la Planta de Palmones, ya que "no respeta la representatividad ni la proporcionalidad del comité de empresa, por lo que no sería posible alcanzar pactos válidos". ATA defiende que han sido lo interlocutores elegidos por los trabajadores.
Es uno de los desencuentros entre las partes aunque el principal escollo sigue siendo una flexibilidad que la empresa quiere que esté presente en el marco de las negociaciones del convenio, mientras que los trabajadores aseguran que es innegociable. La huelga continúa.