La Papelería Goya, en la calle General Lacy de San Roque -conocida popularmente como calle Málaga- cierra sus puertas. La propietaria, Maricarmen Castillo, solo abre a primeras horas de la mañana para atender a algunos de los interesados en el amplio catálogo de productos que mantiene en esta tienda que cumple 50 años. "Tras la jubilación de la empleada, que ha estado en la tienda durante más de 30 años, abro de diez a doce y después tengo que hacer la comida", comenta mientras no para de atender a clientes que esperan pacientes en la puerta.
Maricarmen recuerda que llegaron a esta calle -a un local cercano- por el trabajo de su marido; representante de una marca de productos de Bellas Artes. “Buscamos un lugar con teléfono y por eso recalamos aquí. Después tuvimos la idea de montar la papelería y poco a poco en una libreta iba apuntando los pedidos de los clientes, hasta tener lo que tenemos hoy”, cuenta.
Tienen el número 10 en la distribuidora y esperan que si alguien se interesa por el traspaso se siga manteniendo el mismo orden. “Me han dicho que esperarán por si alguien se interesa por el negocio”, aunque reconoce que se han interesado más por el local que por el negocio en sí.
La propietaria mantiene la apertura parcial a primera hora de la mañana para que puedan ir aprovechándose de las ofertas en todos los productos del cincuenta por ciento. “Esta mañana hemos encontrado un libro que mantenía el precio de 100 pesetas y también se le ha hecho su descuento pertinente”, destaca.
Una de las visitas que más ilusión le ha hecho a Maricarmen ha sido la del alcalde de la ciudad, Juan Carlos Ruiz Boix, quién le comentó la intención de ofrecer un reconocimiento ante su perseverancia al frente de este carismático comercio sanroqueño. "Estoy convencido de que el próximo año Maricarmen Castillo será una de las grandes protagonistas en esa entrega de reconocimientos con motivo del Aniversario de la Fundación de la Ciudad, si así lo aprueba la comisión municipal. Desde luego, va a contar con una propuesta de alcaldía”, señaló en la papelería.
Según comenta Castillo, la primera autoridad sanroqueña se ha fijado en el expositor con las postales que se encuentra en la entrada del local. "Un objeto que lleva casi 50 años con nosotros y que podría formar parte del patrimonio histórico de San Roque", ha dicho.
Ahora la propietaria, mientras no para de atender a cuantos se llegan por el mítico establecimiento, reflexiona sobre su futuro. "Toca descansar y disfrutar de la familia”, afirma, con el placer de saber que en su comercio han comprado varias generaciones de sanroqueños.