La industria del Campo de Gibraltar se encuentra inmersa en un proceso de profunda transformación. En estos tiempos de cambio, Cepsa es punta de lanza con el proyecto más ambicioso de hidrógeno renovable de España y uno de los más importantes de Europa, cuyo objetivo es producir 300.000 toneladas de hidrógeno verde -generado a través de energía renovables como la eólica o la fotovoltaica- en Andalucía, en sus centros de Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque. Para ello, tal y como quedó anunciado durante reciente visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está prevista una inversión de unos 5.000 millones de euros. Esta semana, la compañía obtuvo la declaración de impacto ambiental para dos plantas fotovoltaicas que se construirán en la comarca. ¿Pero qué supondrá todo esto para el Campo de Gibraltar y su entorno? A estas y otras preguntas responde el que desde hace seis mesas director del Parque Energético de San Roque, Rosendo Rivero.
¿En qué consiste la estrategia ‘Positive Motion’ de Cepsa y qué va a suponer para el Campo de Gibraltar?
“En Cepsa redoblamos nuestro compromiso con Andalucía, queremos ser un actor relevante y ponemos el foco en esta región que tiene, y el Campo de Gibraltar en particular, todas las condiciones para convertirse en una superpotencia en la nueva economía. Cuenta con una situación estratégica, a nadie se le escapa que el Puerto de Algeciras a nivel de movimiento buque y actividad de bunkering es una instalación de primer nivel, y las posibilidades de interconexión con otros puertos europeos, como la interconexión con Róterdam que permite que el sur suministre al norte, y digamos es una parte muy importante de nuestra estrategia”.
“En el centro de nuestra estrategia está nuestras soluciones estratégicas de hacernos más verde por dos caminos: por un lado desplazando materia prima fósil por materia prima renovable, y por otro lado, una vez que tengamos en marcha producción de hidrógeno verde, el mismo hidrógeno que usamos ahora para poner en especificación nuestros productos, en vez de origen ser de origen fósil, que tenga un origen verde. El primer paso pasa por tener electricidad renovable para para alimentar los procesos que dan de por sí el hidrógeno”.
Esta semana Cepsa obtenía la declaración ambiental para dos proyectos fotovoltaicos en Jimena y San Roque. También está previsto un parque eólico en la zona. ¿Qué plazos se marcan?
“Esperamos que la construcción de estos proyectos fotovoltaicos empiecen entre el último trimestre de este año y el primero del 24. Para poner alguna cifra accesible, estas van a tener una capacidad de medio gigavatio (GW), que equivale a alimentar de suministro eléctrico a 165.000 hogares, más que toda la población de Algeciras. A esos proyectos se unirán otros que están a otro grados de desarrollo, tres Andalucía y tres Castilla La Mancha, cuya capacidad será 1,8 GW, cuatro veces más que lo anterior. Nuestra estrategia de aquí a es 2030 disponer de una capacidad instalada de 7 gigavatios de generación eléctrica renovable. En lo que respecta a capacidad de producción de hidrógeno nuestra ambición pasa por tener una generación hidrógeno de 1 gigavatio por cada parque: Palos y San Roque. Una apuesta decidida para hacer más verde nuestros productos y el suministro eléctrico de nuestra industria. Para el proyecto eólico estamos buscando soluciones de disponibilidad de terrenos, sí es cierto que tenemos un proyecto eólico en la provincia, y forma parte de esas posibilidades desarrollos. La realidad tenemos dos proyectos en la zona con declaración ambiental y otros tres más en camino, pero estamos dentro de la hoja de ruta para llegar a 2030 con 7 gigavatios de capacidad de producción total”.
Hace unos meses se presentó por todo lo alto, con la presencia en San Roque del presidente del Gobierno, la inversión para el Valle de Hidrógeno Verde que supondrá una gran inversión en la zona. ¿Qué va a suponer para el Campo de Gibraltar?
“Pues sobre todo generación de riqueza y generación de empleo. Qué duda cabe que estas nuevas instalaciones que irán apareciendo adosas a nuestra industria van a requerir mano de obra. Nosotros ya somos un motor económico importantísimo: solo en empleo directo, las actividades que desarrolla Cepsa en San Roque rondan los 1.300 empleos, si hablamos empleo, pero indirecto e inducido se multiplica esa cifra por cuatro. Las cifras que vamos a manejar a la hora de desarrollar estos proyectos van a ser igualmente importantes. Hablamos de cientos de millones lo que nos apoyamos y vamos a seguir apoyándonos en proveedores locales para nuestras necesidades”.
Todo esto va a necesitar mano de obra con una nueva formación.
“Esto supone un reto igualmente desde un punto de vista académico; me consta que desde las instituciones locales y cámaras de comercio están recogiendo el guante en lo que respecta a estas necesidades que van a surgir y que va a necesitar actualizaciones con mucha frecuencia porque van surgiendo nuevos empleos conforme la tecnología va avanzando. Las instituciones académicas van a la velocidad que puede y estoy seguro que entre todos vamos a encontrar esa solución. Nuestra primera prioridad es contar con empleo local, primero por facilidad de gestión, ya que el empleo local siempre va a tener una arraigo mucho mayor con la industria del sitio, y por otro lado queremos crear un impacto social y que la riqueza se quede en la zona”.
Fechas: Las fotovoltaicas de Jimena y San Roque comenzarán a construirse en el último trimestre de este año, y a finales se prevé poner en marcha el proyecto para reutilizar el agua para uso industrial
¿Es el hidrógeno verde la energía del futuro? Dicho de otra manera, ¿va a ser el sustituto natural del petróleo?
“A mí me gusta hablar de la transición energética es la suma de mucho, y pasamos de un modelo energético muy centralizado en la tecnología fósil a soluciones a las se adaptan a las características locales de cada región. Andalucía esta llamada a ser una superpotencia en la nueva realidad energética porque tiene condiciones muy buenas, por un lado de conectividad y condiciones meteorológicas: muchas horas de sol y viento… La transición energéticas que va a vivir la sociedad en general va a tener múltiples soluciones: el hidrógeno verde, biomasa, la generación fotovoltaicas, mareomotriz, eólica… son muchas aportaciones que van a dar lugar una economía cada vez menos dependiente del planteamiento fósil, claro está”.
¿Estas inversiones y proyectos va a provocar mejorar la convivencia industria-ciudadanía?
“Nosotros pretendemos plantearnos nuestro proyecto como una solución a la sociedad, yo llevo seis meses en la zona, llevo una trayectoria bastante larga en otra ubicación, y me siento como alguien más de aquí. Perteneciendo a esta generación y estando integrado en esta transición siento que es una oportunidad personal de dejar a las nuevas generaciones un mundo mejor. Provenimos de donde provenimos, pero Cepsa tiene el propósito de ser un actor relevante en las nuevas necesidades. Sin ir más lejos tenemos un proyecto en cartera que debe estar en marcha en el último trimestre de este año que es la preparación del camino para que la generación del hidrógeno tenga el mínimo impacto. El hidrógeno se genera a partir del agua, que tampoco es un bien infinito, y es algo que desde Cepsa preocupa mucho. Este proyecto va a tratar de que una importantísima parte de agua que se pierde como agua residual hoy en día se va a recuperar, tratar a través de procesos y la vamos a recuperar para uso industrial. Le vamos a dar circularidad al agua. Al final de este año lo vamos a tener en marcha, lo que nos va a permitir reducir en un 20% el consumo de agua de nuestra instalación. Pero eso no es todo, con las medidas de mantenimiento y operación que aplicamos en los tres últimos años acumulamos entre 5 y 10% por año. Deberíamos llegar al 2030 con una reducción de consumo de agua aproximadamente un 50%. Cuando se incorpore los procesos del hidrógeno verde el impacto va a ser nulo porque habremos reducido previamente el consumo”.
¿Qué supone en lo personal afrontar estos retos y este momento clave?
“Personalmente me supone mucha ilusión por el gran equipo humano que tenemos en Cepsa. Si tuvieses que calificar a Cepsa y a su gente con una sola palabra sería flexibilidad: nos adaptamos a las inquietudes sociales y puedo decir con gran orgullo que tenemos un gran equipo humano. A nivel personal me siento como uno mas desde el primer día, mi adaptación a la zona muy rápida, en seis meses, me lo ha puesto muy fácil”.