Con más de dos décadas de experiencia en el sector energético, Rosendo Rivero dirige actualmente el Parque Energético de San Roque, pieza clave en la transformación de Moeve hacia un modelo más sostenible. Con motivo del 60 aniversario de la llegada de la compañía a Andalucía, Rivero repasa el pasado, el presente y el futuro de una empresa que, dice, “sigue apostando por el Campo de Gibraltar con la misma ilusión de hace seis décadas”.
–Se cumplen 60 años desde la llegada de Moeve, entonces Cepsa, a Andalucía y al Campo de Gibraltar. ¿Cuál ha sido la contribución de la compañía al desarrollo industrial y social de la zona?
—Ha sido muy importante. Cuando Moeve llegó a mediados de los 60 partíamos prácticamente de cero: hubo que formar al personal, buscar los mercados, habilitar cadenas logísticas y se hizo uso del potencial que tiene la región y las ganas de sacar adelante un proyecto ilusionante, como todavía lo tenemos 60 años después. No hay muchas organizaciones que puedan decir que cuentan tanto con la confianza del sitio donde se implanta como de sus clientes, y nos sentimos muy orgullosos de ello.
–La compañía está en procesos de cambios, recientemente incluso de nombre. ¿Por qué ese cambio en este momento?
—Es una evolución natural. Llevábamos tiempo impulsando proyectos en la dirección de la transición energética, que es nuestra estrategia en sí misma. La lucha contra el cambio climático forma parte de nuestro mensaje estratégico. El cambio de nombre a Moeve era la continuación de iniciativas como el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, la apuesta por los biocombustibles, el biometano. Sirve para decirle al mundo que estamos en una transición muy seria e implica dejar atrás otros colores, otros acrónimos que no estaban en línea con lo que queremos plantear a nuestros clientes y a nuestra sociedad.
—¿En qué momento se encuentra Moeve actualmente?
—Vivimos un momento apasionante. Mantenemos un pie en tecnologías y negocios maduros, que nos da financiación, y el tiempo nos está dando la razón porque al final nuestro proyecto permanece más allá de fluctuaciones del mercado o cambio de opinión de actores relevantes, nosotros seguimos con el mismo mensaje cumpliendo plazos e hitos y ese es nuestro compromiso. Seguimos atendiendo al mercado con lo que demanda ahora pero con la visión puesta en lo que está por llegar.
“La transición energética ya está en marcha, y Moeve quiere estar en todas sus etapas”
—La estrategia Positive Motion 2030 es la hoja de ruta de Moeve. ¿Qué papel juega San Roque y el Campo de Gibraltar en esa gran estrategia?
—Importantísimo. El Parque Energético de San Roque es absolutamente estratégico dentro de los planes de Moeve. Primero por las ventajas competitivas que ofrece estar junto a una instalación portuaria de primer nivel y luego porque nuestra capacidad operativa es muy grande, no olvidemos que esta instalación es la más grande de España por capacidad instalada. La sinergia de esos nuevos negocios que se van a ir implantando alrededor del parque energético va a ser grandísima, por lo que es un activo estratégico para la compañía.
—Estos cambios buscan reducir el impacto ambiental. ¿Cómo será la relación del parque con su entorno en el futuro?
—El objetivo es hacer nuestra propia actividad más sostenible. El hidrógeno verde no solo será un producto comercial, también se integrará en nuestros procesos de producción para reducir nuestra huella ambiental. Además, estos proyectos atraerán otras iniciativas que puedan implantarse en la comarca.
—¿El fin del uso del petróleo es algo posible y viable en un futuro próximo?
—Nadie puede decir si la transición energética va a durar 5, 10 o 20 años, pero Moeve tiene el firme propósito de estar en todas las etapas del cambio de paradigma energético. Que estemos en un momento u otro de la transición lo va a marcar el marco regulatorio y el propio mercado. Moeve no va a contracorriente y si hay una inquietud social respecto a tener soluciones energéticas acorde a la lucha del cambio climático, Moeve va a estar preparada para aportarlas al mercado en tiempo y forma.
"El cambio climático es una realidad, los que tenemos capacidad nos tenemos que ocupar para revertir o parar sus efectos"
—Hay una corriente escéptica respecto a la energía verde. ¿Preocupa eso a compañías como Moeve?
—Dentro del ámbito europeo no percibimos ese escepticismo, sólo hay que fijarse cómo evoluciona el marco regulatorio. El cambio climático es una realidad, una preocupación y una ocupación. Los que tenemos capacidad nos tenemos que ocupar para hacer lo necesario para revertir o parar esos efectos.
—En foros organizados por 8Directo en los que usted ha participado se ha hablado como preocupaciones dentro de la industria, la formación, la mano de obra y colaboración público-privada. ¿Se está mejorando en esos aspectos?
—Nada de esto será posible sin la colaboración público-privada, no solo desde el punto de vista legislativo para crear los marcos regulatorios o jurídicos necesarios para las nuevas actividades, sino también actuar como palanca a través de la comunicación y la subvención de los proyectos estratégicos. Indudablemente la formación es algo que está dentro de nuestra hoja de ruta, nuestro perfil de profesional tiene que ir evolucionando conforme vayan apareciendo esos nuevos negocios, pasando de una orientación clásica de operación de planta química hacia un perfil más electroquímico, que es lo que vendrá de la mano de la generación de hidrógeno verde. Ya tenemos varias iniciativas en marcha, tanto de incorporación de carga formativa de lo que serán en el futuro nuestros nuevos empleados, como de reciclaje de los existentes, y nos apoyamos, por un lado en formaciones que nosotros mismos impulsamos como a través de entidades tanto privadas como públicas y evidentemente las universidades.

—Otra preocupación de esta nueva industria es el agua.
—Es una preocupación estratégica. El agua es la materia prima del hidrógeno verde, por eso trabajamos para usarla de forma más eficiente. Desde 2019 hemos reducido a la mitad el consumo en San Roque y apoyamos proyectos como el de Arcgisa, que permitirá regenerar aguas residuales de la comarca para uso industrial y disminuir el consumo de agua dulce.
“El agua es una preocupación estratégica; desde 2019 hemos reducido a la mitad su consumo en el parque"
—Después de 60 años, ¿qué podemos esperar del futuro de Moeve en el Campo de Gibraltar?
—Esperamos seguir aquí otros 60 o 120 años más. No se me ocurre mejor lugar para seguir desarrollando nuestras actividades: tenemos una ubicación estratégica, buenas comunicaciones y, sobre todo, un capital humano excepcional. Moeve, aunque es una multinacional, sigue apostando por sus feudos principales que son las provincias de Cádiz y de Huelva y eso va a seguir así por supuesto.
—Le gusta destacar el capital humano de la zona del Campo de Gibraltar. ¿Por qué?
—No me canso de decir que la gente del Campo de Gibraltar es imaginativa, valiente y abierta, y aunque estemos en procesos de cambios tenemos que estar orgullosos porque gracias a la gente hemos llegado hasta aquí.
—A nivel personal, ¿qué supone para usted dirigir el Parque Energético en un momento como el actual?
—Para mí es todo un privilegio. No se me ocurre un momento mejor en la historia de la compañía. Ser testigo de excepción de esta evolución de una compañía energética de corte más o menos clásico, a estar en la vanguardia del planteamiento del cambio del paradigma energético me parece un auténtico privilegio.