La denuncia puesta por el propio Salvador Galdeano Ñolo, Salvi, ante la Guardia Civil tras recibir amenazas durante una fuerte discusión que tuvo lugar el 31 de diciembre ha sido clave en la investigación de la para esclarecer el asesinato ocurrido el dia 2 de enero y detener a Lulu como autor de los hechos, y que hoy ha sido puesto a disposición del Juzgado Mixto de San Roque. El detenido, que según la versión de la Benemérita actuó solo, fue el principal sospechoso desde el primer momento.
La Guardia Civil ha descartado hoy, en rueda de prensa, que el asesinato de Salvi el pasado día 2 de enero a manos presuntamente de Lulu tenga relación con el narcotráfico, aunque tanto uno como otro habían tenido vinculación y antecedentes por esta actividad ilegal. Durante la comparecencia, el agente se ha hablado de "una fuerte discusión casual" en la madrugada del 30 al 31 de diciembre con "amenazas graves de muerte" sin entrar en detalles del motivo de esa discusión que "propició una escalada de agresividad" que acabó en homicidio, tal y como relató ayer 8Directo.
El capitán jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, Pedro Manuel García Vázquez, ha explicado que la denuncia que el propio Salvi realizó ante la Guardia Civil sobre las amenazas y los hechos violentos que ocurrieron tras el encontronazo entre ambas personas, vecinos de la barriada de la Paz y conocidos desde hace muchos años, permitió que, tras encontrarse la familia el cadáver y dar aviso a las autoridades, se tuviera un sospechoso claro desde un primer momento. Los comentarios en la barriada sobre los sucesos previos a la muerte provocó, según los agentes, que el autor de los hechos decidiera acudir el día 2 por la tarde al cuartel para desmarcarse del suceso y presentar una coartada, que no tardó en ser desmontada.
Presentó un relato de todos los hechos durante las horas previas al asesinato, presentó unas pruebas para apoyar la versión y desvincularse del homicidio. Incluso publicó en redes sociales una imagen de ambos con un texto que lamentaba la muerte como parte del relato con el que intentaba desvincularse de lo ocurrido horas antes, como publicó ayer este diario. La Guardia Civil enfocó la investigación, apoyada por el Juzgado Mixto 1 de San Roque, para conocer lo ocurrido y para verificar el relato expuesto por Lulu. Los agentes consiguieron desmentir algunos puntos de lo expuesto por el sospechoso, "que había falseado la realidad aunque presentó hechos ciertos". Tras reunir las pruebas fue detenido en la tarde del 9 de enero, tras lo que comenzó a colaborar e incluso llevó a los guardias civiles hasta el lugar donde había tirado el arma, en un descampado junto a la A-7. Un hecho relevante y que jugaba en contra de la investigación es que "el alto riesgo de fuga del autor".
El detenido no tenía licencia de arma ni debía tener acceso a la escopeta de calibre doce con la que supuestamente ejecutó dos disparos desde el exterior de la vivienda y que acabaron con la vida de Salvi, que la mañana siguiente fue encontrado sentado en el sofá. Al detenido, además de un delito de homicicio, también se le imputa otro de tenencia ilícita de arma.
La investigación sigue en curso por parte de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Algeciras, liderada Francisco Moronta, y con "mucha información que analizar" por lo que hay interrogantes que, aunque parecen claros, no están del todo cerrados. Por ejemplo, si el autor de los disparos actuó solo como todo apunta o contó con alguna ayuda.
Pedro Manuel García Vázquez recalcó el esfuerzo realizado en el área de Delitos contra las personas, pero también la implicación y el apoyo de todas las áreas que forman la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Algeciras en una semana en la que la Guardia Civil de Algeciras también ha estado inmersa en la macrooperación Ranger.